Amo las noches claramente violetas de cielo
cuando la brisa mas leve aprende sus primero pasos antes de ser viento
demostrándole a las hojas que siempre se puede caer antes de tiempo
hacia un asfalto húmedo y frío,o el barro cálido y familiar
para luego arrastrarlo hasta algún confín entre las calles
o esas esquinas sombrías olvidadas que recuerdan sus días de esplendor.
1 comentario:
"Demostrándole a las hojas que siempre se puede caer antes de tiempo..."
Esa lírica, propia de escépticos, aventureros y necrófilos, como a los golpes hemos aprendido a ser; detiene los segundos, para inmiscuirnos suavemente en un nirvana volátil, donde las almas se reencuentran como la primera vez, brindando Fernet en mano y barril de lado...
Nos veremos pronto señor.
Saludos!
Un abrazo!
Publicar un comentario