De mi vida la mitad de las noches las pasé durmiendo
la otra noche y poquito más con las ojos abiertos.
No digo despierto porque no tendría nada de cierto.
Son causa los viajes de todo tipo los que me mantuvieron despierto,
tán asi que con el tiempo preferí seguir durmiendo
y así se me fue yendo parte del enojo
porque aprendí que el sueño y lo justo o no,
no es algo que pueda manejar, cuando te da te da.
Viaje mucho de día y tambien de noche,
no sé si prefiero uno u otro.
El día te da hermosos paisajes
y la noche siempre me invitó a imaginarlos.
Me sucedido que pasé por lugares de noche y los imaginé a todo trapo
y al pasar en otra vuelta de día entendí que nada sabía,
y el poder de de la imaginación,
el poder de la oscuridad
y la íntinma relación con la creación.
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