El bandoneón de Piazzolla aturdiendo
la tarde helada y ventosa de una Patagonia
que cobija y destroza almas y cuerpos
alimenta sueños y ahuyenta fantasmas citadinos
Un fuego amargo abraza cualquier alma
la calienta hasta los bordes explosivos de la carne
diciéndole que aguante y tire
sintiendo la salada y helada transpiración
Lo cretino del pensamiento se escapa
solo quedan los sentidos de alerta y duelen
tus ojos, tu piel, tus huesos y la ceniza
que vas dejando al paso y del resto
el viento se encarga de apilar y borrar.
01/06/23
No hay comentarios:
Publicar un comentario