7.Buena suerte (Evolución)

He firmado el tratado que me obliga a ser libre
se me permite sin mucho pensar irme a donde me plazca
y la verdad no se si es lo que realmente prefería.
He buscado sin fin de ideas que me tienten a quedarme
pero el tratado me obliga a retirarme de esta tierra
aunque no quiera yo se que los debo dejar en algún momento,
es la primer clausula en mi contrato,abandonar no es perder.
Que problema,si yo lo firme sin leer y ahora quiero permanecer
quedarme quieto y abandonar mi nómade ser.
Pero no puedo,el tratado me obligar a retirarme de esta tierra
y a todos voy a tener que dejar,no me puedo llevar a nadie conmigo.
Sin embargo se que es tan efímero esto de jugar a ser,
que no me da pena saber que los voy a dejar otra vez.
Es mi fiel buen modo de despedida de todos ustedes
que tanto intentaron comprender y yo no quise que pudieran
a nadie le alegra saber que algún día los dejaran.
Quien tome esto como una buena justificación...no se...
No creo que lo sea,nada mas les muestro un poco como es
porque son ustedes,pero si a alguno le satisface creer que eso es
esta bien por mi,¿que mejor que ver partir a alguien sabiendo el final?
Por mas que sea triste aquel,siempre es mejor tenerlo presente.
Sepan que el tratado es eterno y hasta del infierno me voy a escapar
y si allí nos encontramos,buena suerte,seguramente les sea indiferente,una vez mas...

1. Ustedes (Evolución)

Me vi tan solo que pensé en cada uno de ustedes
y no los pude sentir,tampoco los pude ver.
Tuve mil cosas por decir y entre estas ni un nombre,
resaltaron mil sentimientos olvidados y otros muertos
Una caricia encarnada apuñalo la quietud,
camine un par de cuadras solo respirando ansiedad
me acosté esquivando miradas y palabras juzgadoras,
son una variable permanente en este juego de miseria y placer
Retorcijones de conciencia y por que no de ausencias
que se reflejan en pequeños dichos populares
manchan los manteles de mesas recargadas
con vajilla enferma y penas bosquejadas en sus restos.
Que lo quise creer o me logre inventar es probable,
y así aprendí que tenia que ser porque no sabia si los volvería a ver
mañana o pasado son inciertos en este camino corrupto
de sentimientos corruptos y falsos aplausos.
Una ventisca solitaria me inclino a su merced
y vi como su marejada me arrimo a la costa de la quietud
la menos deseada,la mas inmensa y eterna.
Envejeció mis antiguos,descarto un presente y destitulo el futuro
magullando,hiriendo y transformando mi ultimo deseo.
Me vi tan solo que pensé en cada uno de ustedes
y no los pude sentir,tampoco los pude ver
Tuve mil cosas por decir y entre estas ni un nombre
se vinieron sus caras a la mía como si fuera la ultima vez
tal vez la mía se perdió hace tiempo cuando aprendieron a ver.
Diganle hola al mi mismo que mejor desconocen
diganle chau al que creen que puedo ser.
Bajo los brazos por ultima vez para que vean
que uno es lo que los otros quieren ver y nada mas.

Caceria

Mirando el horizonte,

Como esperando una respuesta

Ilusión de que pueda ser sin ella.

Mientras me acompañan algunos tantos seres

En este viaje de ida pero no de vuelta.

Mirando el horizonte

Esperando ver una estrella

Que me recuerde lo que es tenerla.

Anhelando un respiro desmedido

Que me ahogue en la certeza

Que tome la ruta correcta.

Fugitivo, como si yo fuera la presa

De alguna cacería donde todos sufren amnesia

Fugitivo de quien, querría la respuesta

De mi, de ustedes, de esta vida siniestra.

Se te acaban las ideas y cualquiera es buena

¿Qué seria de nosotros en una vida sin sorpresas?

Un baile de sombras sin gracia e identidad

La verdad

Es el consuelo para el cuerpo que no descansa

pequeños letargos para la mente que calla

ni una verdad ni una mentira

simplemente calla en silencio astuto

o absurdo, como alejarse a un nuevo mundo.

Es armar una valija mal venida y mentirosa

y guardarla en lo profundo de un abismo

como ocultándole la cara a la piedad

o a la lástima que mas lastima.

Si, estoy acá, claro que estoy acá

creo que voy a ser sincero por una vez

te voy a decir la verdad, la verdad que no se

tal vez nadie quiera, pero me lo debo.

Quien serás que tanto me alejo

quien serás que tanto miedo te tengo

Ya no me pregunto si vale la pena continuar

las impulsivas ganas de saltar al vacío se fueron

ya no quiero agarrar esos pájaros de la oscuridad

hoy mi nueva cárcel es la verdad.

Es el consuelo para el cuerpo que no descansa

el rincón de la maña y la esperanza.

Los legados

Miro en el cielo las estrellas

y me doy cuenta que la noche llego,

pero a vos no te veo llegar...otra vez...

En mis sueños la constante incesable

como imagen, como olor, como tacto, como siempre.

Enseñándome, mal criándome, dándome esos gustos

que tiempo atrás no pudieron aflorar.

Y en un agudo sentir creí rozar tu piel

como si nada se escapara a los misterios del vivir

pero me di cuenta que era un sueño mas

como ayer, como hoy, de esos sin dormir.

Engaños concientes desdibujando la fatalidad

del pasado incorregible y el subsiguiente sufrir

por mezquinarle al tiempo un momento mas.

De las mas bellas creaciones que supieron existir

salen disparados los recuerdos como agujas,

que tejen en un telar hecho de olvidos,

y se acumulan en mi sueños sin cesar.

En pequeñas pero grandes enseñanzas hoy te veo

posturas y gestos que solemos adoptar

para no olvidar jamás el bien y el mal.

El perfume

Escondiendo la cabeza bajo una pila de almohadas

buscando la manera más sencilla de talar estas raíces

esperando despertarme a un lado de mi cama

un perfume me recuerda que no consigo lo que anhelo

pero son aromas que escapan a mis cigarrillos

y se quedan en mis sueños y deseos.

Es el perfume de un continuo mareo

que borra los recuerdos más preciados de una noche

la que jamás termina y siempre empieza como nueva.

De tacto estéril al razonamiento y la cordura

puro movimiento de cuerpos naturalmente conmovidos

por lo nuevo, lo perdido, lo muerto y lo desconocido.

Es el perfume de la más sincera creencia

del sentimiento más efímero de la creación humana

donde la razón te crea más problemas que certezas

y el ser se escabulle para no alegar demencia.

La manera mejor disfrazada para decir locura

es la que me invita esta noche a cenar a ciegas...

Su cama

Y me metí en su cama, que era mía pero ya no me pertenecía, para ausentarme nuevamente de los sentimientos de culpa, pensando que así se irían, y de reproches aguados. Era parte de la torpe autoflagelación que transitaba mis días en aquel entonces, hoy. Todo esto mientras buscaba en que zapatos esconderme al otro día para intentar olvidar y justificar mis acciones. De este modo me escondía noche tras noche, o mañana tras mañana de vez en cuando, y así dormía siempre con una distinta, historia. No me divertía para nada, no me gustaba para nada, no me ayudaba en lo mas mínimo, no me provocaba el mas mínimo agrado… Pero era una conducta psicótica involuntaria, la cual no tenía manera de ser desterrada.

Concientemente inconciente

¿En que momento sucedió? ¿En que momento traspase esa línea roja que alguna vez dijo peligro, y que hoy sin embargo no me da mas miedo? (Es que ya conozco las profundidades de mis propios infiernos) ¿Por qué paso sin que nadie, ni yo mismo, se de cuenta? Jugué a los dados y aposté de más, pero gane, esta vez. Nadie sabe lo que el futuro depara hasta que llega y te destroza con el mismo.

No voy a poder describir tal cual, pero lo voy a intentar…

Empezando con una gran exaltación por lo que hasta el momento no conocía comencé. Tragos, sustancias, humos, comidas, esperanzas, ideales, respeto, precauciones y caminos devoré. Nada importaba, era la exaltación del descontrol en aquel piso frío artificialmente que muchas veces me había apañado. Sonrisas cómplices, muecas que se desfiguraban con el pasar del reloj, aquella vez esas agujas eran infinitas promocionando mi finitud. Sin embargo el tiempo pasó y fui perdiendo el control de mis actos, pensamientos, recuerdos y decisiones por tomar. Veía pero no entendía, a la vez todo tomaba una razón de ser. Todo se tornaba fácil y alcanzable, todo lo anhelado llegaba con facilidad, era el vivir sin sentir. No había amor, odio, rencor, miedo, daño…Todo era estupor, delirios, felicidad infeliz, yo era dios. Solo quería seguir maquinando esas imágenes infinitas salteadas con sonidos sobrenaturales ensordecedores pero disfrutables. El final estaba cerca, lo veía, lo sentía pero todo hacia para retrasarlos. Tan solo era el final del principio. Siguió la corriente arrastrándome en sus aguas turbias pero manejables para mí en aquel edén. Y llegue, no al final, a mi lugar, donde noches miles había sufrido, o disfrutado, tormentos hasta el momento peores. (Hasta el momento todo parecía ser muy simple, complejas palabras amontonadas para mi eran un libro abierto perfectamente redactado en el propio idioma que había creado)

Simplemente me acosté y repose…Ahí fue cuando recordé lo que muchos me habían advertido desde el día que nací…A lo que nunca hice caso, por su puesto, y aquel día estaba ahí gracias a eso. También recordé a aquellos que conociéndome realmente me predicaban sobre sus hazañas, a los que tampoco hice caso, y gracias a eso estaba como estaba reposando, o mejor dicho, yaciendo de tal forma aquella noche. Todas esas palabras de mi nuevo alfabeto perfectamente creado entre sonrojos, carcajadas y desesperación por continuar se volvieron grises nubes que cubrían mi cielo, nuevamente, pero mucho peor que antes. Todavía me pregunto que me impulsaba a contorsionar mi cuerpo de tal forma, a trabar mi lengua tan perfectamente y a tener tales segundos de lucidez que desaprecian en la inmediatez.

Una soledad monstruosa acompañada de torturantes sensaciones, temores (terror diría yo) y felicidad inmensa la cual empezaba a destrozar mis ganas de continuar, no con el ritual sino con mi finita eternidad.

Y ahí apareció mi gran enemigo, fiel dios para algunos, para mi a veces rival incontenible que anuncia la llegada del fin y el comienzo nuevamente. En ese momento comenzó la desesperación más letal, el no poder controlar, no poder bajar a la realidad. Justo ahí comenzó a delatarme el fastidioso inconsciente, demostrando la debilidad que nunca supe aceptar, la que todos llevamos pero solo unos pocos sufrimos. Sudando tal vez, no recuerdo, gritando entre cuatro paredes, intentando contar simplemente hasta diez para darme cuenta q ni siquiera al seis podía llegar, y echaba a reír pero queriendo llorar. El llanto del alma afloraba, brotaba a borbotones en un laberinto sin principio ni fin. Lloraba, reía, gritaba, callaba, guardaba, ordenaba, desordenaba, movía, sufría, disfrutaba, negaba, entendía, recordaba y olvidaba lo que hacia milésimas de segundos recordaba o pensaba. Y así fueron horas y horas hasta que caí en un letargo inconfundible en el que me llene de placeres y desgracias.

Lento, corto pero agradable, en realidad horrible pero era mejor que pensar en lo que sucedió, sucedía y podía llegar a suceder.

Renací y sentí la paz, reincidí pero sin pensar y no me arrepentí, ahora entiendo un poco mas. Saco muchas reflexiones de aquella tarde/noche/mañana/día.

La conciencia siempre fue mi peor enemigo y la inconciencia mi fiel compañera de vida, pero esta vez las dos eran mis dos fatales enemigas. No se cual peor, si en aquel momento la conciencia llegaba a mi estoy seguro que hubiera muerto de rencor hacia mi mismo, sin embargo así estaba también por la inconciencia, que jamás desplazo a la conciencia simplemente porque no nací con ella.