Escondiendo la cabeza bajo una pila de almohadas
buscando la manera más sencilla de talar estas raíces
esperando despertarme a un lado de mi cama
un perfume me recuerda que no consigo lo que anhelo
pero son aromas que escapan a mis cigarrillos
y se quedan en mis sueños y deseos.
Es el perfume de un continuo mareo
que borra los recuerdos más preciados de una noche
la que jamás termina y siempre empieza como nueva.
De tacto estéril al razonamiento y la cordura
puro movimiento de cuerpos naturalmente conmovidos
por lo nuevo, lo perdido, lo muerto y lo desconocido.
Es el perfume de la más sincera creencia
del sentimiento más efímero de la creación humana
donde la razón te crea más problemas que certezas
y el ser se escabulle para no alegar demencia.
La manera mejor disfrazada para decir locura
es la que me invita esta noche a cenar a ciegas...
1 comentario:
Escribis de puuta madre y yo te banco mucho. Voy a robar de tus textos palabras,, capas me sirven para algun examen:)
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