27.8.25

Infiernos ajenos

 Transitar los propios infiernos es escabroso

pero ahondar en los de otros no lo deseo a nadie.

Encontrarse desarmado y desorientado 

sin saber de dónde viene el próximo balazo

te paraliza a veces, y si no estás bien parado

ya no sabrás dónde encontrarte para defenderte.

Si te agarra mal parado te deshace

lo entregas todo a la nada

y en eso mismo te convertis, en nada.

De nada solo surge nada o destrucción.

Perderse a uno mismo lo recomiendo solo,

y solo si, se tiene la entereza y la confianza

de que todo puede salir mal pero aún así querer más.

25.8.25

Querer sin poder

 Creo que te creo

pero te tengo miedo

y no te creo porque no lo ví,

no es que yo no entendí.

Hombre de las cavernas

 Estoy como hombre de las cavernas 

que aprendió a encender fuego

pero no a apagarlo.

Encerrado en su cueva atemorizado

viendo cómo arde la entrada

sabiendo que es también la única salida.

24.8.25

Mentirse

 Me sigo comportando como si estuviera bien

pero mañana me siento peor

porque no es que este bien

hace tiempo que no.


Será que miento compulsivamente 

a mí y a todos.

22.8.25

Superyo

¿Quién paga la cuenta al retirarnos

violentamente de los planes trazados?

Las derivas individuales hacen peligrar las baldosas que pisamos.


Despegar el sentido de pertenencia de la costumbre entregadora

hace tartamudear hasta el más convencido, 

al más seguro de sus pasos, de sus golpes acestados.

¿Quién no rejurgito entre sus principios 

y se vió copiando lo que otro dictó?


¿Quién paga la cuenta al marcharnos de los sueños construidos de a dos?

¿Por qué no puede ser equitativa la repartija del dolor?


16/07/24

Eu!

 El tipo se movió tan poco

que no supo dónde más mirar

hacia atrás y adelante se veía exactamente igual 


Un lento camino a casa

idéntico al de todos 

no tiene ton ni son 

no hay ritmo ni amor


La chica de las cartas nunca se lo anticipó

no le contó, ni siquiera amagó 

y la bruja real, la  de sangre 

se mantiene en silencio aún hoy

en silencio que abruma y ensordece.

Breve segundo

 En un breve segundo logré identificar, o hacer espejo con mí yo de 8 años.


Es abrumación total y destrucción por doquier.


La frustración de no entender ni aceptar lo que sucede despierta en mí un sentimiento de ira acompañado de explosivas reacciones tendiendo a la destrucción de todo mí entorno.


La tristeza absoluta, la resignación a verme perdido de nuevo, rindiendome a lo inevitable. 

La autopercepción de fracasado y las alarmas constantes encendidas buscando descargar toda esta mierda con quien se me interponga o me obstaculice.