Me enamoré en un sueño
de quien no conozco ni conocí.
Me enamoré de un sueño
que crujía de realidad y ficción.
De ojos azules y flequillo mal cortado,
que vivía en Quilmes y en invierno sufría el frío.
Creo que si uno los retazos
entiendo un poco más.
Se le hirvió la sangre y y ya sabia que me tocaba cagar sangre.
No me equivoqué.
Hay sueños hijos de puta que se repiten una y otra vez.
El puto loop eterno y desgastante.
Así fue.
Si abro el pico voy a reventar lo propio y ajeno.
Voy a defender a ultranza y destruir a mansalva.
Que contradicción enorme, la concha de mi madre.
Mi intuición me dice que abra la boca, la cague entera, jetonee y me vaya a la bosta
con hija y lo que queda de mi.
Me olvidé la fecha.
